La pálida reacción de Arturo Núñez.

Posted on 0:27 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios



Hugo Triano Gómez.



La reacción de Arturo Núñez a los dichos de Andrés Granier tras su reaparición, era esperada. Se suponía que era su oportunidad para buscar recuperar con hechos, la confianza de los tabasqueños que se "confunden" ante las versiones encontradas respecto de las finanzas públicas. Al final, parece que la de ayer fue una explicación insuficiente.
De inicio es de llamar la atención que el gobernador Núñez haya mostrado dos caras sobre un mismo acontecimiento en tan poco tiempo. En Tabasco, al medio día, dijo no tener ninguna opinión que emitir sobre los "asuntos estrictamente personales" de los que Granier habló en estado de ebriedad -sus trajes y zapatos- y por la tarde a nivel nacional con Joaquín López Dóriga, ironizó diciendo que "si un día se  emborracha... presumirá que tiene muchos libros"  y con Carlos Loret  refirió que "las declaraciones (de Granier) dan pena". O sea que hablar a profundidad, como debe ser, no fue el problema sino con quién.
Claro que ante una audiencia nacional Núñez no podía rehusarse a comentar algo que en el pueblo sí. Imagine el "escándalo", lo inapropiado. Quizás no imaginó que su desprecio por los medios locales y por quienes los escuchan también sería advertido. 
Empero lo medular de las desavenencias de Granier y Núñez quedó de nuevo en el aire. Primero-en Tabasco- Núñez negó "categóricamente" conocer el domicilio actual de Granier y después con Loret de Mola refirió que "hay versiones de que está en Miami o Madrid", que no hay certeza porque "no lo está espiando". Fue uniforme, ahí sí, en sus dichos respecto a que no ha  "asumido ni asumirá  compromiso (ni pacto) alguno" con su antecesor.
Su "comunicado" subió de tono al final cuando llamó a Granier "depredador del presupuesto público", justo después de advertir que Granier quiere presentarse como víctima y busca que el pueblo se compadezca de él. Insuficientes fueron sus dichos pues de nuevo faltó algún anuncio de peso, si se tiene tan claro el papel que el Químico jugó en el "desastre" que le heredaron.
Ante tantas palabras debe recordarse que el fondo de la disputa Granier-Núñez es el alcance del problema financiero que se mantiene ante la desesperación de algunos, en el terreno exclusivo de las acusaciones. 
Núñez aportó pocas cosas para controvertir la afirmación Granierista de que Tabasco no está en bancarrota. Como ya se sabía rechazó que la entrega recepción con su gobierno se haya dado con  "normalidad". Recordó que las "dos ocasiones que le requirió información fidedigna y la documentación soporte sobre el total de pasivos" del gobierno que encabezó, solo recibió evasivas y tácticas dilatorias". 
Si bien se ha dicho también que hay una denuncia por la "desaparición de documentos vitales para el conocimiento de las operaciones de la entonces Secretaría de Administración y Finanzas, Núñez no explicó -y no dejó que le preguntaran- por qué José Sáiz no ha sido citado a aportar mayores elementos sobre el caso, no como indiciado en algo, sino en apego a sus responsabilidades como ex servidor público.  
¿Por qué tanta consideración, tanta paciencia? ¿Por qué preferir pagar el costo de algo que no tiene lógica? ¿Por qué si como dijo Núñez, la administración financiera en los tiempos de Granier "ha sido todo un laberinto de trampas" y las "Finanzas de Tabasco fueron saqueadas" se sigue siendo benevolente?
Nadie niega que haya denuncias presentadas, pero no hay que perder de vista que hasta ahora han sido solo relacionadas con el manejo de recursos federales en materia de salud, educación y seguridad pública.
Tomarle la palabra a Granier ante su disposición de "venir a Tabasco y aclarar lo necesario" habría sonado bien en otro momento, no en el día en que le dijo saqueador, depredador del erario. Ante ese tipo de señalamientos  es imperativa la acción de la justicia.
"Conminarlo públicamente" junto a José Sáiz y Miguel Ángel Contreras  a presentarse cuanto antes e informar de los dineros desviados,  parece más un error gramatical ante la falta de acción de la procuraduría y una vinculación oficial de estos a la denuncia presentada por desvío de recursos.
Conminarlos suena a debilidad teniendo el poder de la investidura y los recursos legales al alcance para "traerlos" aún contra su voluntad. El peligro mayor para Núñez ahora mismo, es que -en el mundo- la debilidad suele confundirse y no precisamente… con novatez.

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