Sucesión 2012: Llaves de la definición Panista.

Posted on 23:26 by Hugo Triano Gomez | 0 comentarios


Hugo Triano Gómez.

La definición de los Panistas por Josefina Vázquez Mota para que sea su abanderada Presidencial en los comicios de Julio próximo, solo marca el punto de partida para que los que aspiran a suceder a Felipe Calderón al frente del poder Ejecutivo federal, se quiten la máscara.
Con esto se acabará por fin con la farsa de que el que aspira al cargo no es un candidato, precandidato o lo que sea que se le ocurra para identificarlo; mejor aún obligadamente se pasará al terreno de los planteamientos, en el que cada quien demostrará qué es  y de qué está hecho.
Lamentablemente -por ser lo deseable- una vez más las capacidades en uno u otro rubro no necesariamente “premiarán” al mejor aspirante con la primera magistratura. México, por su polifacética y “falsa sociedad” está aún lejos de determinar como se debe, su correcto destino político.
Llena de mujeres volteando a ver la guapura de Enrique Peña, más que a las propuestas que Andrés Manuel López Obrador realiza por ni siquiera pretender comprenderlas; aunado al feminismo histórico que promete enarbolar Vázquez Mota, más el sindicalismo político-superfluo que aún tiene que nominar en el PANAL a su abanderado presidencial en aras de su propio poder y debilitar al que se deje, torna más complicado aún el escenario, en el que las razones parecen platos de segunda mesa.
Es cierto que muchas voces insisten en el hartazgo hacia el estado de cosas, que aceptan que hay mucho por hacer; pero la ignorancia de los votantes por lo verdaderamente importante hace temer que otra vez la puja electoral se apegue exclusivamente a las siglas,  a las ventajas personales que le representa a una facción que una u otra se digan “triunfadoras” y sobre todo que algo serio sea echado a la basura.   
El que a estas alturas se esté pensando apenas en proponer debates entre los presidenciables, habla de la carencia de solidez y de idiosincracia del régimen democrático nuestro de cada día. Supone que los adelantos logrados en otras partes del mundo no son para la nación del águila emplumada, a diferencia de cualquier cantidad de modas, vicios y relajos adoptados al por mayor, sin ton ni son.
El asunto del combate al crimen organizado, a la pobreza alimentaria y de educación; a los poderes “supra” de los sindicatos añejos y los florecientes; a la corrupción, a la impunidad, a los gastos excesivos de los partidos políticos y de quienes se alimentan de su ubre; del combate a la inequidad en la distribución presupuestal; de buscar las garantías para mantener las libertades ganadas y evitar la propagación de las que pretenden debilitar los núcleos mínimos de lo que queda de la diezmada sociedad mexicana; de eficientar los mecanismos de participación política ciudadana; de eso deberá hablarse, con eso deberá integrarse la agenda a discutir de los Presidenciables. No se requieren más “platillos sin ingredientes” ni más “cartas sin costos visibles que pagar” para los hambrientos de soluciones y de contribuir –sin discursos- a ellas.
Nadie puede decirse ya en México promotor del cambio sin decir cómo, una exigencia antigua que hoy debe guiarse por la agenda de verdaderas prioridades sociales; no de la de la élite política.
No importa que una dama derribe los estigmas del machismo mexicano o el guapo se diga arrepentido del pasado o el provinciano hable más pausado y gritado que los demás,  nada importa si no explican cómo van a cambiar el presente de este país que pudo ser algo más grande. Ingenuo o no, la esperanza seguirá muriendo a lo último.
Por supuesto que la libertad de manos, de actuar y de pensar para el próximo Presidente será vital. Por eso le urgirá –como a los últimos 2 gobiernos- un Congreso afín. Finalmente podrá tener las herramientas para delinear su proyecto, el que elijan los mexicanos. Si se es honesto habrá que aceptar que el voto fraccionado no ha dejado muchos dividendos a la hora de las decisiones y por el contrario solo ha paralizado si no es que retrasado muchas de las escenas en las que se debería estar mejor.
No es volver al pasado lo que aquí se plantea, si exigir mayor responsabilidad al ejecutivo y a sus cámaras; se trata de evitar que el bloqueo a contentillo que hoy se vive, que afecta todo y es justificado desde las diversas trincheras, sea culpa de todos... y de nadie a la vez.

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